LAS EMPRESAS EMPIEZAN A TENER UN FACTOR DE VALORACIÓN VINCULADO CON LA CIBERSEGURIDAD.
Estamos acostumbrados a que una compañía sea valorada en función de los riesgos financieros que asume. Si mi empresa realiza su proceso de ventas principalmente en un sector conocido como de cobro dudoso, mi riesgo crediticio se incrementa y, por lo tanto, una línea de descuento de efectos, pongamos, por ejemplo, me resultará más cara que a otra empresa.
Si tomo mayores riesgos financieros, mi compañía, y su fondo de comercio, pierden valor; mis clientes estarán menos seguros de que mañana siga en el mercado y dándoles servicio y, en general, buscarán otras alternativas más seguras, ¿cierto?
“Se plantea un índice de Ciberseguridad, que evalúe a las corporaciones y sirva como elemento de decisión para los inversores”
Bien, pues nos tendremos que habituar a que este mismo efecto se produzca cuando una empresa asume excesivos riesgos en cuanto a la protección de su información. Si no cuida un activo tan importante, se arriesga a sanciones, a brechas de seguridad de sus datos y a pérdidas importantes que tengan que ver con la propiedad intelectual.
Todo ello hace que una empresa tenga un menor valor y eso es precisamente lo que propone Moody’s cuando se plantea un índice de Ciberseguridad, que evalúe a las corporaciones y sirva como elemento de decisión para los inversores.
En este artículo, publicado por el diario La Razón, se explica más en detalle: https://www.larazon.es/tecnologia/ciberseguridad-nuevo-elemento-de-riesgo-inversor-PD22474759
De hecho, esta especie de índice es una práctica que ya se lleva a cabo entre países y existe un llamado Global Cybersecurity Index, que indica la implicación de los distintos gobiernos y las organizaciones empresariales en la seguridad tecnológica de sus naciones.
En concreto, en este estudio España aparece bastante bien calificada dentro del análisis que se hace de los diferentes países, colocándose novena, en cuanto a valoración, en Europa, por delante de países como Israel o Alemania; y décimo novena en el escalafón mundial.
Sin embargo, se señalan tres diferentes áreas de mejora para España. Por una parte, los estándares de Ciberseguridad a los que se obligan las empresas y que determinan su compromiso en este ámbito.
Por otro lado, se menciona la falta, en número, de profesionales con la adecuada preparación. Esto es algo a valorar. Necesitamos cada día más personas que estén capacitadas para tomar las riendas de este tema en las diferentes empresas.
Por último, se señala un déficit de cooperación público-privada en esta materia, de manera que de esa colaboración se obtenga un mejor establecimiento de los estándares previamente mencionados.
En definitiva, el valor de nuestras empresas irá estando cada vez más y más ligado, entre otros factores, a la implicación de las mismas en la defensa de su información.
Y para ello una de las cuestiones básicas que necesitamos conocer es qué es exactamente lo que está sucediendo en nuestros sistemas, lo que conseguiremos instalando una herramienta de auditoria de ficheros.
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